El partido político VIVA! se ha fundado con los siguientes fines:
- Conseguir las transformaciones estructurales necesarias para que todos los habitantes ejerzan su derecho a vivir con dignidad, y lograr la promoción del desarrollo de las personas, desde el respeto a los derechos humanos universales.
- Empoderamiento de la ciudadanía, con participación activa, como mejor vía para conseguir el desarrollo de libertad y dignidad.
- Garantizar la democracia, la paz social y la convivencia pacífica.
- Intervenir decisivamente en la construcción de un nuevo modelo social y económico más justo.
- Consecución de una sociedad más justa e igualitaria para todos.
- Eliminar la precariedad laboral y fomentar la creación de empleo.
- Asegurar el sistema de pensiones para toda la ciudadanía.
- Fomentar la diversidad y la no discriminación de las personas, atendiendo a razones de raza, religión, sexo, orientación sexual, discapacidad, opinión, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
- Sensibilidad especial y apoyo hacia los colectivos más vulnerables, como pueden ser las personas mayores, adolescentes, personas dependientes, víctimas de violencia de género, LGTBI, etc.
- Mejoras de los ámbitos sanitario y educacional, a nivel público.
- Vivienda digna para todas las personas.
- Justicia universal igualitaria y equidad, mediante la coherencia y el compromiso, con austeridad, transparencia, rigor y seriedad.
- Defensa de los animales.
- Fomento de la cultura.
- Protección del medio ambiente, uso racional de los recursos naturales y reducción de la contaminación para lograr un desarrollo más sostenible, duradero, justo y saludable.
- Inversión en investigación sobre enfermedades y posibles tratamientos.
- Fomentar la libertad de las personas a decidir.
Cuando una gran parte de la población decide “no volver a votar” significa que ha llegado el momento de un cambio de paradigma.
Un nuevo partido político no puede ser más de lo mismo. Desde el partido VIVA proponemos un cambio basado en valores profundos:
Responsabilizarnos, en lugar de culpar a los otros.
Si todas las personas -sin excepción- se comportan igual cuando acceden al poder, tal vez sea porque el cambio va de dentro a fuera. Los políticos y empresarios corruptos no son más que el espejo de las personas que componen nuestra sociedad; necesitamos responsabilizarnos de ser personas justas, en lugar de centrar nuestra energía en culpar a quienes no lo son.
Para conseguirlo, proponemos que cada uno de nosotros viaje a su interior, para desarraigar ciertas convicciones con las que hemos crecido y que nos alejan de la armonía. Proponemos liberar nuestro pensamiento de las ataduras.
-Una sociedad responsable no necesitará que se penalicen las drogas ‘duras’, los traficantes sí pues la encarece… Proponemos la regulación de toda la droga. Ya es hora de dejar de jugar al ratón y al gato, el cambio va de adentro (educando en valores y proporcionando ayuda médica a quienes lo necesiten).
-Una sociedad responsable no permitirá morir en el mediterráneo a seres humanos valientes. Pero a la vez, promoverá que Europa les proporcione el 1% (por ejemplo) de su PIB para que generen riqueza en sus países de origen y dejen de necesitar huir del hambre. Ya es hora de propiciar la ecuanimidad en política internacional, el cambio va de adentro (respondiendo solidariamente, para equilibrar la riqueza mundial).
-Una sociedad responsable no necesitará una sanidad privada. La misión de sanar en modo alguno puede verse corrompida por el ánimo de obtener beneficios. La sanidad no se vende, porque a la salud no se le puede poner precio. Ya es hora de defender el derecho a la salud como un bien común (impidiendo que -de callada manera- inversores internacionales sigan comprando al Gobierno o a las Fundaciones nuestros Hospitales y Centros sanitarios).
-Una sociedad responsable centralizará la investigación para liberarla de los conflictos de interés. Solo se deberían desarrollar estudios financiados por la Administración pública; de ese modo, los tratamientos que no resultan lucrativos también podrían ser estudiados. Y los carísimos pero inútiles, se desecharán de forma natural. Además, se debe poner fin a la fuga de cerebros a todos los niveles, pero sobre todo en investigación.
-Una sociedad responsable impedirá que los fondos buitre se apoderen de las Residencias de nuestros ancianos y las conviertan en fuentes de ingresos. Nuestros abuelos no se venden. Ya es hora de devolverles lo que ellos hicieron por nosotros (nuestros ancianos merecen recuperar su dignidad).
Comprensión, en lugar de condena.
Ha llegado el momento de agradecer todo lo bueno del sistema, para dar un paso hacia adelante y -desde la consciencia- reinventarnos como sociedad.
Para avanzar, necesitamos comprender que nuestra sociedad no se puede estructurar desde los empresarios multimillonarios y los banqueros avariciosos. Ni tampoco desde los políticos profesionales, o desde los partidos políticos que forman parte del steatment. Pero, a la vez, necesitamos aceptar que todos llevamos dentro un ego corrupto en potencia, y es frente a quien debemos centrar toda nuestra energía.
Comprendemos que nuestra sociedad es el reflejo de cómo somos nosotros. Por este motivo nos parece crucial llevar la educación emocional a los colegios, para dejar, por fin, de ser analfabetos emocionales. Muchas cosas no funcionan. Pero el victimismo nos hace dependientes. Así que no se trata de condenar, sino de comprender que ciertos grupos ya han cumplido su función y que ahora toca reestructurarnos, para renacer.
Política VIVA no representa ni los intereses de la derecha, ni del centro, ni de la izquierda. Política VIVA promueve un cambio de escenario, propone volar a donde cada uno de nosotros sueña con vivir.
Somos lo que, entre todos, decidamos ser: un grupo de personas (ojalá cada vez mayor) que buscan crear una sociedad a nuestra -nueva- imagen. La sociedad que nos hubiera gustado recibir, con banqueros, políticos y empresarios alineados al pueblo, como sus herramientas. Una nueva sociedad compuesta de personas felices, llenas de VIDA.